sábado, 13 de junio de 2020

20 Preguntas a los que escriben - Corina Vanda Materazzi

Continúo atosigando gente con mi cuestionario. Hoy le toca a una de las personas más generosas, cálidas y talentosas que he conocido en el mundo de las letras: a mi amiga Corina Vanda MaterazziPasen y vean, tiene cosas interesantes que decir.

CORINA VANDA MATERAZZI nació en Buenos Aires en 1968. Estudió Lic.Historia en la UBA,años más tarde Diseño de Interiores. Cursó Talleres Literarios de narrativa, poesía, dramaturgia y guión de radio. En 2015 publicó su primer libro HUELLAS (Ed.Utopías) y en 2017 publicó VOZ EN OFF (Ed.Peces de Ciudad); participó luego de algunas antologías de narrativa. Sus textos obtuvieron menciones en diferentes concursos. Recibió premios y distinciones en diferentes concursos literarios. su blog es Barbaramente Fea.



1- ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? ¿Qué hay primero? ¿Un lector que se transforma en escritor, o  un escritor que se transforma en lector?
SI fuese de River te diría que, obviamente la gallina es antes que el huevo, pero no soy de River, tampoco tengo puesto el corazón en ningún club de futbol. En cuanto a la literatura pienso que no todos los lectores se transforman en escritores, y resulta difícil imaginar un escritor que no sea lector.

2- Describime tu escritorio a la hora de sentarte a escribir un texto.
Mate amargo, notebook, cuaderno con hojas lisas, lapiceras, colores, cenicero, cigarrillos y encendedor, aunque prefiero ( cuando me acuerdo de comprar) fósforos, tiene una magia especial.

3- ¿Cuánto hay de tu pedacito de barrio en tu escritura?
A veces sí, otras no.

4- Todos los escritores recomiendan tomar talleres. ¿Por qué hay que tomarlos?
Para seguir aprendiendo. Presiento que escribir es como bailar tango, puede no tener techo en la medida que uno esté dispuesto a tener el coraje de entregarse a recorrer nuevos caminos. De todas maneras, pienso que cada taller tiene un ciclo y hay que saber reconocer el fin de uno y el comienzo de otro.

5- ¿Cuál es el mejor consejo que te han dado como escritor?
Tuve la suerte de encontrarme con mucha gente generosa y amorosa en el sentido que la sugerencia vino con afecto con la idea de que, eso que se dice, esté direccionado desde lo constructivo. En el último tiempo son incontables los consejos que, Adriana Romano, tuvo la gentileza de ofrecerme, a raíz de estar trabajando con ella en la edición de mi próximo libro de cuentos.

6- ¿La mayor alegría literaria que has tenido?
Un día recibí un mail de alguien que no conocía, había leído uno de mis cuentos y quería leer más.
Ese día sentí que la botella que había largado al mar, había llegado a un puerto.

7- ¿Qué escritor te robó una idea antes de que se te ocurriera?
Es lo que suelo sentir cada vez que leo a alguien que me enamora. En realidad, acto seguido, pienso que debería dejar de escribir, jamás no solo, se me podría ocurrir lo que a él o a ella, sino que nunca podría hacerlo de esa manera.

8- ¿Qué se siente haber terminado un texto?
La misma sensación después de un orgasmo.

9- ¿Qué debe tener un buen texto?
Muchas cosas o pocas, pero suficientes.

10- ¿Cómo es el lector ideal?
Capacidad de sorpresa, un niño interior.

11- Un buen escritor… ¿se expone sin tapujos? ¿O logra evadirse totalmente?
Me puede más los autores que son capaces de estar entre telones y lucir las voces de sus narradores y/o personajes.

12- ¿Qué cosa está sobrevalorada en la literatura?
No me siento calificada para responder la pregunta.

13- Si llegaran los extraterrestres… ¿Qué libro les regalarías como muestra del genio humano?
El Principito.

14- ¿Qué diferencia hay entre tu primer libro, y el texto en el que estés trabajando ahora?
Entre mi inicio —tan remoto— y el presente se ha dibujado una trayectoria bastante sinuosa, con pausas, a veces, avances y retrocesos, otras Es un camino que voy descubriendo al andar, sin mapas, en algunos momentos a ciegas, en otros con brújula. Sin dudas es una aventura que más allá de los resultados me causa mucho placer. Quizás esto último, es lo que permanece inalterable.

15- ¿Qué rostro tienen tus musas?
En general me seduce lo opaco, personajes, situaciones, historias, cosas que se piensan, pero no se dicen, porque avergüenzan o producen pudor. Me gustan los anversos de las telas, puedo quedarme horas explorando horas en las desprolijidades de los dobladillos, las hilachas, los remiendos. Lo mío no son ni hadas ni héroes, todo lo contrario, suelo quedar extasiada por la estupidez, la cobardía, la incoherencia, la vulnerabilidad y la miseria humana.

16- Al mejor estilo Frankenstein… armame un monstruo con partes de diferentes escritores.
Podría ser el parietal izquierdo de Levrero y el derecho de Galeano. La memoria de Joe Brainard. El corazón de Clarise Lispector. La mirada de Cortázar, las voces de Pedro Lemebel, el oído de Hebe Uhart. Amenazante como Samanta Schweblin, el suspenso de Tomás Downey. El humor de Fontanarrosa, la puntería de Angélica Gorodischer, la crueldad de Abelardo Castillo, la osadía de Aurora Venturini. La magia de Kafka, la agudeza de Saki, la contundencia de Chejov. La oscuridad de Poe y la capacidad de venta de Stephen King.

17- Un libro que todos recomienden y que no te haya gustado.
Aprendí a darme segundas oportunidades con algunos libros que no logran atraparme en una primera lectura. Entendí que muchas veces no es el libro ni el autor, soy yo. Sin embargo voy por el tercer intento con Toole y su Conjura de los necios.

18- ¿Cómo sería un mundo sin libros?
De una soledad intolerable.

19- ¿Qué título tendría tu biografía póstuma?
Compradora compulsiva de libros.

20- ¿Qué pusiste la primera vez que dedicaste un libro?
Honestamente no recuerdo qué escribí exactamente, tampoco creo que la persona a la cual fue dirigida pueda aclararlo, estaba tan nerviosa que la letra era ilegible. Lo que puedo decir que, en la primera página en letra cursiva reza: “A mis huellas esenciales, Lorenzo, Lautaro y Lucio”, que son mis hijos.

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