viernes, 13 de julio de 2018

Nota para Caminos de Tinta

Les dejo una nota que me hicieron para Caminos de Tinta. Como bien ya saben, nunca digo nada interesante pero soy muy simpático! Muchas gracias a Mati Gómez y todo el staff de esta gran página dedicada exclusivamente a la divulgación de escritores puntanos.



El narrador como testigo y decorador


“Juanci” Laborda acaba de presentar su primer libro, “Historias e Histerias (sobre cabellos más fuertes que yuntas de bueyes)”. Entre risas y confesiones dialogó con CdT.


Juanci Laborda presentó su primer libro Historias e Histerias.

“Los cuentos tienen un hilo conductor que es el deseo hacia el ser amado. Tenés de todo un poco, podés encontrar cuentos irónicos, con humor, retorcidos, policiales”, explica el autor de 37 años, que desde 2011 produce y conduce “Cuentos Criollos”, una programa radial sobre la narrativa argentina contemporánea.
_ ¿Hay un sentido del amor platónico en estos cuentos o es más espinoso, realista?
_ (Risas) Soy de la idea de que el amor es una reacción química que nosotros racionalizamos. En ese sentido, todo lo que hace el ser humano es con el único fin de agradarle al ser deseado.
_ ¿Y la literatura también surge por alguna reacción química?
_ Se puede decir que sí. Escribimos para trascender, además de mostrar. Mi idea de publicar es como la del arquitecto que deja un edificio para que lo trascienda.
_ ¿Y qué sería la trascendencia para vos?
_ Dejar un libro. Fabián Casas sostiene que hay que escribir pensando que el lector de uno todavía no ha nacido.
_ ¿Cuánto te involucras con los personajes a medida que los vas diseñando?
_ En el libro tengo todo tipo de involucramientos. Desde decorar o mentir sobre algo que me pasó (siempre quedo bien parado cuando a veces narro en primera persona) pero también hay cuentos que surgieron de historias. Por ejemplo, una vez estaba esperando a que me atendiera un médico y escuché en el pasillo del hospital a dos señoras chusmeando, y dije “qué buena historia, hay que escribirla”.
Laborda pasa por diferentes tonos y ópticas cuando orquesta sus textos. Por momentos prefiere el panóptico, pero a veces deja la piel cada párrafo.
“Uno es como un testigo que va filmando en la memoria y diciendo a esto lo decoro o le agrego tal color para que sea una buena historia. Al menos los escritores que a mí me gustan son del relato cotidiano, no tanto de la espectacularidad”, reflexiona el narrador casado que vive en El Chorrillo.
_ ¿Cómo conciliar la trascendencia con la espectacularidad?
_ Los policiales de Conan Doyle siguen siendo buenos hoy. Si la obra es buena, a uno lo trasciende.
_ ¿Y por qué seguir escribiendo hoy?
_ Porque es divertido, nada más. (Risas).

Nota exclusiva para CdTAcrílico.

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