viernes, 27 de septiembre de 2013

¿Por qué leo? ¿Y por qué escribo?

¿Por qué leo? ¿Y por qué escribo? Leo porque si no me aburro. Escribo porque si no podría ser peor. La cabeza no deja de imaginar vidas posibles, y si no tuviera un papel dónde dejarlas plasmadas me habría convertido en un mitómano irrecuperable. Escribo desde chico pero recién en los últimos años me tomé la actividad en serio.
En el 2001 leí “Peleando a la contra” de Bukowski (libro que se lo presté a alguien, que a su vez lo presto a otro alguien, y así varias veces, hasta que lo di por perdido). Hubo en ese libro un fragmento que generó un clik en mí, y que más tarde me llevaría a empezar a escribir. Bukowski contaba de Chinaski se hizo escritor porque cuando niño se dio cuenta que a la gente le gustaba que le mintieran.


Les leo ese bendito fragmento de “Peleando a la contra”, que no era otra cosa que el capítulo 19 de La senda del perdedor.



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